La opción más sencilla y menos eficaz de hacerlo sería utilizar la restauración por defecto de Windows directamente (Inicio>Accesorios>Herramientas del sistema>Restaurar sistema). Con ese procedimiento llevaríamos nuestro sistema a una versión anterior que nosotros o el sistema operativo hubiera determinado, lo que no nos libra de desinstalar actualizaciones o programas y que pueden dejar desprotegido nuestro sistema.
Para evitar esto vamos a restaurar el sistema de la forma más eficaz y segura, recuperando el sistema operativo original. Seguimos los siguientes 7 pasos sencillos:
- Guardar y borrar programas: guardamos los documentos importantes y borramos aquellos que no vamos a necesitar.
- Descargar programas: listamos los programas que tenemos en nuestro ordenador (Inicio>Panel de control>Programas instalados), descargamos el software referente a ellos en un disco externo y desinstalamos todos los programas que no vayamos a utilizar.
- Desfragmentar el disco (Inicio>Accesorios>Herramientas del sistema>Desfragmentador) ¿Qué conseguimos? Que todos los datos del sistema se coloquen de forma continua y libere pequeños trozos del disco que pueden volver a ser utilizados.
- Reiniciar el sistema: apagamos el ordenador y volvemos a encender para guardar los cambios.
- Punto de restauración: según se reinicia el sistema tocamos una tecla o un conjunto de ellas (busca en tu caso, suelen ser F2, ESC o una combinación con Ctrl, Shift (mayúsculas) o Alt) y elegimos la opción de “Restaurar sistema”.
- Configuramos el sistema con la configuración local: teclado, hora, internet,…
- Instalación final: instalamos los drivers y programas que nos habíamos descargado anteriormente.
El paso 5 sirve también para recuperar el sistema en el caso de que se nos haya desconfigurado y no entre en el boot.